El valor del talento sénior en las organizaciones
Más allá de los 55 años
- El talento sénior aporta gran capacidad de diagnóstico. Capacidad más intuitiva y basada en su sólida experiencia profesional.
- Valoran especialmente la estabilidad laboral vinculada a un compromiso con la empresa mientras que la visión del júnior es muchas veces más cortoplacista por su ambición e impaciencia.
- El talento sénior es más pragmático. Tiene más visión y capacidad de predecir escenarios. Es más paciente ante las adversidades.
- Los directivos séniors están más acostumbrados a jornadas laborales intensas. Exigen menos a la empresa y no les importa tanto la posibilidad de teletrabajar.
- Tienen una buena capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías. Han convivido con muchos cambios durante su trayectoria.
- El talento sénior se cuestiona los cambios dentro de una cultura del esfuerzo. Es más resiliente ante la adversidad y la contrariedad.
- Es más paciente y se concentra con facilidad. El directivo sénior gestiona bien su tiempo ya que distingue con más facilidad lo importante de lo accesorio.
- Probablemente no es muy dogmático, sabe encontrar matices y empatizar con nuevos entornos de trabajo.
- El talento sénior puede actuar como mentor para los más jóvenes, compartiendo su experiencia y conocimiento para ayudarles a desarrollarse y crecer en sus carreras.
- Pueden liderar equipos y proyectos, proporcionando orientación y liderazgo para asegurar que los objetivos se cumplan de manera efectiva.
- En ocasiones, pueden tener una amplia red de contactos y conexiones en su campo, lo que puede ser beneficioso para la empresa en términos de establecer relaciones y colaboraciones con otros.